El pajarito de Twitter, siempre en nuestras… ¡expresiones lingüísticas!

El pajarito de Twitter, siempre en nuestras… ¡expresiones lingüísticas!

Elon Musk, el nuevo propietario de Twitter, sustituyó hace unos días el conocido pajarito azul por un nuevo logotipo en forma de X, haciendo referencia al nombre de su empresa.
Es así como el mundo dice adiós al ave más famosa de Internet. Sin embargo, ¡en Tía Tula queremos darle un último homenaje! Es por eso que hoy nos pasamos por el blog para compartir con vosotros algunas expresiones en español relacionadas con pájaros.

Expresiones lingüísticas del día

Ser un pájaro: esta expresión se utiliza para decir que alguien es muy astuto, y que además tiene pocos escrúpulos. Es decir, que intenta “colártela”, o engañarte para su propio beneficio.

Matar dos pájaros de un tiro: esta expresión se suele usar bastante para decir que, con una sola cosa, se consiguen resolver dos asuntos a la vez. O que se consiguen dos objetivos simultáneamente. Por ejemplo: Si viajo a Madrid este fin de semana, puedo asistir al taller que quería y a la vez visitar a mi amiga Natalia; ¡mato dos pájaros de un tiro!

Quedarte (como un) pajarito: cuando decimos que alguien se ha quedado pajarito, o como un pajarito, lo que queremos decir es que alguien se ha quedado congelado de frío… ¡y bien quieto! Algunas personas incluso usan esta expresión para decir que alguien ha fallecido tranquilo, sin hacer ningún gesto ni movimiento extraño.

Comer como un pajarito: muchas abuelas españolas le dicen a sus nietos y nietas que “comen como un pajarito”, refiriéndose a que comen muy poquita cantidad. Aunque claro… ¡para las abuelas, uno nunca come lo suficiente!

Pájaro de mal agüero: esta expresión se usa para señalar a aquellas personas que suelen traer malas noticias, o que “presagian” que algo malo va a ocurrir. “Agüero” era una antigua práctica de adivinación a partir del vuelo o el canto de los pájaros, así que ser “pájaro de mal agüero” es que las adivinaciones y predicciones son negativas. ¡Curioso!

Más vale pájaro en mano… (que cien volando): esta expresión es un refrán popular que nos enseña a valorar aquello que ya tenemos y que es seguro (pájaro en mano) antes que aquello que todavía no tenemos o no es seguro (los pájaros que vuelan, fuera de nuestro alcance). Es un poco como el cuento de la lechera: agradece y actúa con lo que tienes, más que con lo que todavía no tienes o deseas.

Ave que vuela, a la cazuela: esta expresión viene de la España rural, en el campo, cuando en época de hambre las familias aprovechaban todo lo que podían para comer. Significa que todo se puede aprovechar, o que hay que saber aprovechar cualquier oportunidad que venga.

Tener pájaros en la cabeza / Tener la cabeza llena de pájaros: esta última expresión nos da mucho juego lingüístico, ya que puede significar varias cosas. Por un lado, puede usarse para decir que alguien no es muy inteligente (tiene pájaros en la cabeza… ¡nada más!). Por otro lado, se puede usar para decir que una persona es muy soñadora, y que no es realista. Por ejemplo: no quiere estudiar porque quiere ser famosa… ¡tiene pájaros en la cabeza! Y por último, también se usa cuando una persona se ha enamorado y no es capaz de pensar en nada más. Por ejemplo: Juan está totalmente enamorado de ella, tiene la cabeza llena de pájaros.

Atentos al pajarito: expresión para pedir a un grupo de personas a las que se va a fotografiar que miren a cámara, como dando a entender que un pájaro va a salir de la cámara en cualquier momento (en el momento de hacer la foto, con la luz del flash antiguamente). Por extensión, sirve para pedir atención ante algo inesperado que está a punto de suceder; esto también encajaba a la perfección con el pajarito de Twitter, más allá de su piar y la asociación de ese piar a lo que los usuarios ponían a través de la red social, ya que muchas veces los comentarios eran auténticas sorpresas que podían haber justificado un previo «¡Atentos al pajarito!»


¡Quién diría que un animal tan pequeñito podría dar tanto de sí! El pajarito azul de Twitter se despide, para quedarse a partir de ahora en el limbo, pajareando (pajarear: andar vagando, sin trabajar o sin ocuparse en cosa útil). Nosotros mientras seguiremos picoteando día a día en este tesoro infinito que es nuestro español.

¡Adiós, pajarito, hasta siempre!