Cómo sacar partido en clase de ELE a una serie famosa: “El cuento de la criada”
Es habitual que en las clases de español surjan conversaciones sobre cine, series o libros. En algunas ocasiones el tema sale a colación de alguna actividad de los manuales de español, otras somos los propios profesores quienes proponemos hablar sobre ello, y a veces los alumnos nos piden recomendaciones. Aunque es sin duda muy oportuno recomendar películas, series y libros de habla hispana para intruducir a nuestros alumnos en los elementos culturales que estas obras nos ofrecen, también hay obras originariamente de habla no hispana, que nos aportan temas tan interesantes o actuales, que yo, personalmente, no me resisto a no recomendar, especialmente si veo que los alumnos están interesados en esos temas en cuestión. Y es que nunca debemos menospreciar el poder motivador para practcar un idima que tiene dar con el tema adecuado. ¿Es lógico, verdad? Cuánto más interesante y motivador nos resulte un tema, más ganas tendremos de hablar y saber sobre él. Y lo cierto es que las series están de moda. Muy de moda.
Pues bien, una de esas obras por las que yo siento una especial predilección es “El cuento de la criada”. Se trata de una novela, obra maestra de la literatura distópica, que ya se ha convertido en un clásico moderno. Es probable que no hayas leído o no conozcas el libro y sin embargo sí hayas visto, o al menos hayas oído hablar de la serie (titulada igual: «El cuento de la criada«). Y es que ha sido la serie, producida por HBO y emitida por primera vez en 2017, la que ha conseguido que esta historia sea un éxito de masas.
Antes de proponer actividades con las que enriquecer el visionado de esta serie, permíteme que te introduzca en la impactante trama de esta historia…
En un futuro no muy lejano a la actualidad, la tasa de natalidad del mundo entero se ha desplomado por las enfermedades de transmisión sexual y la contaminación ambiental provocada por los humanos. Ante esta situación, en EEUU surge un nuevo gobierno teocrático y totalitario llamado “La República de Gilead”. Este gobierno dictatorial divide a la población en castas y coarta casi todas las libertades sociales alcanzadas hasta ese momento. La inmensa mayoría de la población se encuentra subyugada a la clase dominante, pero son las mujeres las que reciben la peor parte: Se las prohíbe trabajar, leer, escribir y controlar su propio dinero. La homosexualidad, entre otros aspectos, está penada con muerte. Las personas que no se adaptan al sistema, que se rebelan, son ejecutadas públicamente o se les reserva un futuro aún peor. Las pocas mujeres fértiles que quedan son raptadas y preparadas para servir como “criadas” en los hogares de los líderes políticos, parejas adineradas que reciben el título de “comandantes” y “esposas”. Las criadas pierden su nombre, adoptando uno nuevo formado por el nombre del comandante asignado y precedido por la preposición posesiva “de”. “Defred” (de + Fred), la protagonista de esta historia, es una de esas mujeres forzadas periódicamente a someterse a una violación ritualizada con connotaciones bíblicas para quedarse embarazada y posteriormente dar a sus hijos a estas élites. Defred intenta sobrevivir con la esperanza de poder rescatar a su hija de cuatro años que le fue arrebatada cuando junto a su marido intentaban escapar de Gilead, cruzando la frontera hacia Canadá.
La serie cuenta actualmente con tres temporadas, pues la cuarta ha tenido que ser pospuesta hasta 2021 por los problemas derivados de la crisis del coronavirus. La primera temporada está basada muy fielmente en la novela creada por la escritora canadiense Margaret Atwood. El resto de las temporadas han sido creadas para la serie con la supervisión de la escritora, quien pidió como requisito que, al igual que en su libro, todas los tipos de represiones empleadas por el ficticio gobierno de Gilead, hubieran sucedido realmente a lo largo de la historia. Segregación, esclavitud, guerra, refugiados, trabajos forzados, explotación sexual, penalización de la homosexualidad, prostitución, uso de vientres de alquiler, venta de bebés, ajusticiamientos públicos, matrimonios concertados, machismo… Son todos aspectos de la trama que aunque nos horroricen, han sucedido (y en algunos casos aún suceden) a lo largo de la historia de la humanidad.
Para mí fue sorprendente descubrir la fecha en la que la novela que inspiró la serie fue escrita, nada menos que en 1985 (¡yo ni había nacido!), y aún así el tema resulte tan atrayente y necesario en nuestros días. Tras el interés suscitado por la novela gracias a la fama de la serie, Margaret Atwood -que actualmente tiene 81 años- decidió, más de tres décadas después, dar continuidad literaria al Cuento de la Criada con una segunda y última parte llamada “Los Testamentos”. Esta secuela se sitúa quince años después de los acontecimientos narrados en el libro anterior. En ese momento la vida de tres mujeres muy diferentes converge. Dos de ellas son dos jóvenes que han crecido en lados opuestos de la frontera: una vive en Canadá y sus padres luchan en secreto contra el régimen de Gilead. La otra ha crecido en Gilead, en el ambiente privilegiado de una de las familias poderosas del régimen. La tercera protagonista, es una de las fundadoras del sistema creado para entrenar y supervisar a las criadas. Especial mención merece para mí el último capítulo de la novela, titulado “Decimotercer Simposio de estudios Gileadianos”, situado en el año 2197 y que habla de la historia que el lector ya conoce, pero bajo la lupa de las investigaciones históricas realizadas a partir de los documentos y testimonios hallados posteriormente, a pesar de los intentos del régimen por destruirlos. Y… hasta aquí puedo leer 😉
Mi propuesta para esta serie es ver junto a alumnos de nivel B2 o superior el primer capítulo, de aproximadamente una hora de duración, y que resume e introduce perfectamente la trama de toda la historia. Dependiendo del nivel, podremos añadir subtítulos o no. La serie es muy visual y atractiva, y los diálogos, aunque a veces algo complejos, no son largos ni rápidos, de modo que incluso alumnos de nivel B1 podrían seguir la historia aunque no entendieran todos los diálogos. Sin embargo, debatir posteriormente temas tan complejos como los que plantea, precisa de un nivel comunicativo bastante alto. Además, pediremos a los alumnos que durante el visionado tomen nota de las palabras o expresiones que no entiendan, de escenas que no hayan comprendido, o de partes que les resulten especialmente interesantes y quieran comentar después. Tras ver el capítulo, propongo realizar un pequeño análisis en plenaria de aproximadamente otra hora (reducible o ampliable según las ciscunstancias y el interés suscitado) en el que los alumnos nos comenten de los siguientes aspectos:
1) Resumen del capítulo.
2) Género al que pertenece (podemos almpliar con una lluvia de idea sobre diferentes géneros).
3) Personajes principales y análisis del carácter de los mismos.
4) Opinión personal y parte más interesante o impactante del capítulo.
5) Debate: ¿Creéis que podría suceder algo así? (si los alumnos no lo comentan, el profesor puede explicar el hecho de que en aunque sea una historia de ficción, muchos de los aspectos mostrados han sucedido a lo largo en épocas pasadas o actualmente).
6) Vocabulario:
-Dudas anotadas por los alumnos
-En los diálogos se emplean habitualmente unas expresiones de carácter religioso que no son usadas realmente en nuestra sociedad, ¿recordáis alguna de ellas? ¿Las entendéis?
-¿Conoces el significado de las siguientes expresiones escuchadas en este capítulo? (el profesor/a debe contextualizar en qué momento de la serie se utiliza para fomentar su comprensión y memorización):
*Coger con las manos en la masa.
*Ser más estirada que un palo.
*¡Y una mierda!
*Que te den.
*Menos es nada.
*Que te largues.
*Dar una bofetada.
*Aguantar el tipo.
*Dar a luz.
*Hacían un caramelo “de muerte”.
7) Si los alumnos están interesados en ello: ampliación de la información sobre los dos libros y la serie.
8) Conversación y recomendaciones sobre series.
9) Deberes para casa: Dar una continuación y/o final a la historia (¡Cuidado con no destripar la historia si tenemos alumnos que ya hayan visto toda la serie!). Este tipo de ejercicio viene fenomenal para practicar aspectos gramaticales tan peliagudos como la utilización de los diferentes tipos de pasado.
Y por supuesto, si este tipo de actividad te resulta interesante, te animamos crear una actividad similar a partir de una serie o película que a ti o a tus alumnos os resulte interesante. Si lo haces, esperamos que sea todo un éxito y que compartas con nosotros/as tu experiencia 😉
Raquel Magdaleno Machado, profesora de ELE en Tía Tula Colegio de Español